Ir al contenido
A dancer enjoys a Cuban cigar while dancing to the music on the streets of Havana

Bailando en la calle - La escena musical cubana

por Nick Hendry

La Habana es famosa en todo el mundo por sus 2 grandes exportaciones epicúreas: Cigarros cubanos y ron fino. Estos 2 productos han cimentado su lugar en la conciencia colectiva de los amantes del lujo y el sabor en todo el mundo como verdaderamente de clase mundial, y generalmente son lo primero en lo que pensamos cuando alguien menciona a Cuba o La Habana. A pesar de toda la fama y la reverencia que se les ha otorgado, no son las únicas cosas que han venido de esta pequeña isla y han traído alegría al mundo: el arte, la cocina y una impresionante variedad de boxeadores de primer nivel son otros ejemplos de la excelencia cubana, pero una faceta se acerca más que el resto a unirse Cigarros Cohiba y el ron Havana Club en lo más alto de sus respectivos campos: la música cubana.

La música de Cuba se considera una de las más diversas del mundo, y recibe una influencia significativa de una gran cantidad de fuentes. Entre ellos, los más notables y audibles son la guitarra melódica española y la percusión de África occidental que han infundido los sonidos de la isla durante siglos. La batería, las cuerdas y los instrumentos de viento ocupan un lugar destacado en el venerado paisaje sonoro cubano de hoy. Es un estilo de jazz que levanta el ánimo y refleja la vitalidad y la pasión de la gente de la isla.

Música y humo de puros llenan las calles de La Habana

Disfrutando de un Trinidad Fundadores bailando al son de La Habana

En los días previos a la revolución, Cuba era el patio de recreo del mundo. Casinos, restaurantes y discotecas para competir con cualquiera en Europa o Estados Unidos llenaron la capital y entretuvieron a visitantes desde el glamour de Hollywood hasta el dinero sucio del hampa de Estados Unidos, todos viniendo para saborear la opulencia, el exceso y el lujo por los que la isla se había hecho famoso. Toda esta maravilla fue ambientada en una banda sonora de jazz cubano, tocada por un flujo constante de virtuosos locales que habían dedicado sus vidas al dominio de su instrumento. Cuando el régimen cambió en 1959, los clubes y lugares donde esta escena había prosperado fueron cerrados y todos los derechos de grabación asumidos por el estado, dejando a muchos músicos repentinamente sin trabajo. Algunos vivieron en el exilio, llevando su arte al resto del mundo a través de actuaciones en los Estados Unidos; algunos se vieron obligados a emprender nuevas carreras por la nueva situación en su tierra natal, lo que sin duda provocó la pérdida de muchos grandes músicos en el mundo.

Si bien muchos de estos músicos cubanos ya no pudieron llevar su estilo particular de tocar al mundo debido, esto no detuvo su amor por su arte. Las calles de La Habana siempre han estado tan llenas de los sonidos de las bandas en las esquinas, en las casas o en los pequeños restaurantes como lo han estado con los aromas del tabaco puro y la deliciosa comida local. En 1996, un par de músicos estadounidenses decidieron llevar al menos una muestra de esta magia al resto del mundo, para mostrar a los forasteros que la música cubana estaba lejos de morir bajo el régimen comunista, aunque nuestras oportunidades de escucharla fueran pocas y lejanas. Entre. Se grabaron 3 álbumes en menos de 2 semanas; el más famoso es el ahora legendario Buena Vista Social Club.

La música de La Habana es suficiente para tentar a cualquiera a bailar

La música de La Habana tentará a cualquiera a bailar

Buena Vista Social Club fue lanzado en 1997 y rápidamente conquistó el mundo de la música. Un colectivo de artistas de 70 y 80 años tuvo la oportunidad de volver a tocar después de haber sido obligados a retirarse por la falta de lugares y lo agarraron con ambas manos, ofreciendo actuaciones que mostraron su cruda pasión y su increíble habilidad. El resultado asombró a los amantes de la música en todo el mundo, cautivó los corazones y oídos de todos los que la escucharon y creó un apetito por la música cubana que había estado ausente durante mucho tiempo. La gente viajó de todas partes a La Habana para sumergirse en los sonidos de la ciudad, creando recuerdos que durarían toda la vida del asombroso brillo de los músicos locales que no tocaron por las riquezas y la fama otorgada a sus contrapartes a 100 millas de distancia en Estados Unidos. pero puramente por amor a ella.

Hoy, la escena musical habanera vuelve a prosperar, gracias a la continua apreciación mundial impulsada por las magistrales interpretaciones de la vieja guardia a finales de los 90. Su regalo a su nación no es solo la música en sí, sino la demanda que generó por más, dando a una nueva generación de jóvenes artistas cubanos la esperanza de poder seguir su propio oficio para ganarse la vida, si no una fortuna. Junto a la música viene el baile, las clases y las exposiciones que se realizan para los turistas en los centros turísticos y bares de la isla. Hay pocas formas mejores de experimentar el espíritu del pueblo cubano que esta; Veladas alegres, enérgicas y sensuales que vivirán en el recuerdo para siempre. Incluso si no podemos viajar físicamente a La Habana en este momento, podemos hacerlo emocionalmente: solo llena un vaso con hielo y ron, graba un disco y transpórtate por los mares. Por supuesto, no olvide encender un puro para terminar la velada con estilo.

Modelo: Laura Rivalta

Fotografía: Monica Molto

Escriba su comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada..

Compra rápida